Tener un amigo es tener un tesoro, no lo dudes. Más que
“conseguir” amigos, nuestra principal tarea es aprender a ser buenos amigos de
otros. Lo demás viene por añadidura. Los amigos aportan a tu vida una dosis
adicional de ternura, siendo el mejor antídoto contra la amargura.
Además debemos aprender a colaborar con los demás, así todos salimos ganando.
¡A que sí!
Dos gatos teniendo que compartir un tazón de leche, al principio se lo quita uno al otro y luego terminan entendiendo que lo mejor es compartirlo y se lo van pasando uno al otro.